La entrada de la casa en un portal colonial importante, con una fuente de agua en el medio, con un inmenso aguaribay a su lado. Se ingresa a un hall de entrada, muy largo con piso de lajas cuadradas. En el interior, algunos baños mantienen sus grandes bañeras de cuatro patas. La casa está poblada de objetos originales, piezas de arte de origen en el Alto Perú o españoles. Hay cuatro cuadros cuzqueños, del siglo XVIII, conformando parte de la colección de arte latinoamericano y español que atesoró Larreta. Se conservan algunos cuadros de paisajes de Potrerillo pintados al óleo por el propio Larreta. Las chimeneas son grandes, ejecutadas de piedra local en el living y comedor, así como en algunos dormitorios. Las habitaciones de arriba tienen balcones, algunos de inspiración salteña, que miran a la sierra.